Orval, cerveza trapense
Cuando os hablamos de las cervezas trapenses, ya os mencionamos que sólo hay siete monasterios en el mundo que fabrican su propia cerveza. Uno de estos monasterios es el de Orval, en Bélgica, una abadía que además elabora su propio queso.
Aún recuerdo la primera vez que probé esta cerveza. hay que tener un paladar fuerte, os lo advierto, porque se trata de una bebida intensamente amarga, de un acusado sabor, eso sí, pero que te deja la boca muy seca.
La cerveza queda dicho que es belga, y viene servida en una botella bastante original, con la parte central de la misma más ancha que la base y el cuello y con una simple etiqueta en su cuello, sin más. Sencilla pero vistosa. La cerveza es de color albaricoque, oscuro, y al echarla en copa, la espuma no es demasiado abundante, pero si bonita, cremosa y vibrante. Además, aguanta bastante en la copa.
El bouquet es muy pronunciado. Se acusa su amargor desde el primer sorbo a pesar de su baja graduación, sólo 6,2%, y por otro lado, el aroma también resulta muy poderoso y con tonos de especias y frutas.
Ese amargor le viene seguramente porque lleva una segunda y tercera fermentación en botella. Esta fermentación espontánea es la que acaba eliminando todos los azúcares que lleva y dejándole ese intenso amargor.
Una recomendación si es que váis por la Abadía de Orval: enfrente existe un local, L’Ange Gardien (el ángel de la guarda) que sirve unos menús «Orval», a la antigua usanza: pan, queso y cerveza, todo de la Abadía… placer de dioses…
FICHA TECNICA DE LA ORVAL
- Cervecera: Abadía de Orval
- País: Bélgica
- Graduación: 6,2%
- Familia: cerveza triple fermentación trapense
Duvel no es definitivamente para turistas, sino para conocedores y amantes de una buena cerveza belga, no demasiado sofisticada como lo es, en efecto, Orval (un placer al paladar, claro que cuidado al vertirla en la copa porque el lúpulo debe mantenerse en la botella o quedará excesivamente amarga).
La que sí es para turistas es Stella Artois, que hoy ya se fabrica bajo licencia inclusive acá en Chile lindo.
Qué lindos recuerdos de nuestros paseos por Orval, comiendo pan con queso de abadía a la orilla de la Fontaine Mathilde, las ruinas de la antigua abadía y del jardín botánico medicinal. Gracias por recordármelo!!
Sin menospreciar para nada a la Duvel, que es una gran cerveza, cuando hablamos de Orval hablamos de palabras mayores… Una de las mejores cervezas del mundo, sin duda.