Isabel II y su esposo rechazan la Pinta Perfecta

guinness

Recuerdo que cuando fui al Guinness Storehouse (la fábrica de Guinness, como se la conoce por estos lares) lo primero en lo que pensé fue en tomarme ‘la pinta perfecta’ en la última planta, en el Gravity Bar (además, yo tuve suerte y pude beberme dos), así que, cuando he leído esta noticia me ha parecido bastante cómica y a la vez impensable, porque yo no hubiese podido rechazar una Guinness tirada por Fergal Murray, un maestro en el arte de tirar pintas, sobre todo si son de esta cerveza negra irlandesa.

Pues bien, resulta que la reina Isabel II y su esposo no piensan igual que yo, ya que rechazaron esa maravillosa pinta, pero no es todo, ya que incluso bromearon de la elaboración de la cerveza, siendo el duque de Edimburgo el que preguntó si la espumosa estaba hecha con agua del río Liffey, que es el río que pasa por el medio de la ciudad (la verdad es que no entiendo demasiado bien esta broma, igual es porque está un poco sucio), cuando se sabe de sobra que este agua se recoge en los manantiales de las montañas de Wicklow.

Supongo que para el gran maestro fue toda una ofensa, ya que lo es incluso para mí. Entiendo que haya gente a la que no le guste, pero que menos que coger la pinta y, por lo menos, probarla ¿No creéis?

En fin, después de este incidente, llevaron a los nobles por toda la cristalera de la última planta para que pudiesen observar con detenimiento toda la ciudad desde ahí arriba, cosa que os recomiendo a todos si estáis pensando visitar Dublín, es una experiencia única, al igual que ver todo el Guinness Storehouse. Luego los llevaron por el resto del museo para que pudiesen apreciar la elaboración de la cerveza, además del contrato que firmó Arthur Guinness para alquilar la fábrica por 9 000 años a un precio de 45 libras esterlinas anuales.

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1 comentario

  1. Javier dice:

    Sara Caro, que otra cosa podriamos esperar de estos personajes? (hoy estoy pacifico) Que sigan bebiendo champan, pero no saben lo que se pierden.

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