Cervezas Lambic, sabores afrutados
Lager, Ale, Porter, Stout, Lambic… no. No estoy recitando la alineación de la selección escocesa de fútbol. Son algunos de los variados tipos de cerveza que podemos sentarnos a degustar en cualquier terraza cervecera que se precie y jacte de tener una buena carta de nuestro preciado líquido.
Cada uno tiene sus gustos, que sobre ellos no hay nada escrito como suele decirse, y cada uno podrá presumir de decir que es la mejor del mundo. Pero nadie tiene la razón y todas la tienen. Al fin y al cabo todo es relativo en este mundo.
Particularmente soy más de las clásicas cervezas de abadía tradicionales, y dentro de ellas, de las trapenses, exquisitas y sabrosas como pocas. Las stout me cuestan, pero las lambic… ay, estas cervezas se merecen una cata aparte. En mi caso he de reconocer que me cuesta beber cervezas de sabor afrutado.
Las lambic, originariamente belgas, tienen ya una tradición de 400 años (que se dice pronto) a sus espaldas y se diferencian sobre todo porque cuentan con un alto porcentaje en trigo (entre el 30 y el 40%) y porque se suele aromatizar con distintos tipos de frutas (frambuesa, cereza, etc.).
Su proceso de elaboración es largo. La parte de cebada que lleva (entre el 60 y el 70%) se maltea ligeramente, mientras que el trigo se usa crudo, sin tostar. Por su parte, el lúpulo es viejo para evitar que le deje ese clásico sabor amargo de las restantes cervezas. Este lúpulo viejo, que ya ha perdido su aroma, sin embargo conserva así sus propiedades antisépticas.
Dependiendo del tiempo de maduración podremos hablar de lambics jovenes (6 meses) o viejas (entre 1 y 2 años). La mezcla posterior es la que produce unos sabores u otros.
GUEUZE
Son (y siempre mis gustos) las más pasables de ellas porque son las que mantienen un sabor más cercano a la cerveza original. Son de paladar achampanado dado que se mezcla lambic vieja con joven. Como está aún no ha fermentado la carbonatación es espumosa y deja bastantes burbujas. Contienen mucho gas, pero la curiosidad estriba en el tiempo que puede llevar hasta su consumición, dado que algunos sitios la reservan durante años para avejentarlas.
KRIEK
Es otra de las lambic más conocidas por su sabor y aroma a cerezas. Las cerezas añadidas maceran en la cerveza lámbic básica soltando más azúcares en esa segunda fermentación. Suelen estar en barrica 6 semanas más, pero en ese tiempo, esos azúcares y el sabor propio de la fruta se mezclan con el de la lámbic, produciendo una cerveza muy dulzona.
FRAMBOISE
Su proceso de elaboración es idéntico al anterior, con la diferencia de que en lugar de cerezas, lo que mezclan es frambuesa.
CASSIS
Igual que las anteriores, pero con grosellas.
He llegado incluso a probar lambics de melocotón (peche), piña y ¡de plátano!. Sinceramente, me abstengo de dejar mi impresión sobre ésta última. Mejor probadlas vosotros mismos…